En un lugar maravilloso de la amazonía y privilegiado por los dioses, por sus riqueza de la flora y
fauna y que quizá sea el
último paraíso del mundo, de aborígenes que viven en medio de la mitología
y la leyenda ancestral, en donde su Dios protector es la selva y su espíritu celeste es el águila, que
cuando vuela alto solo hay indicio de buena fortuna y cuando este desciende creen que hay
un peligro inminente y es cuando sus guerreros preparan sus
lanzas para defenderse o atacar a quien
osen atentar contra la paz del Arutam de la selva, en donde todos los animales
salvajes suelen transformarse en hombres
guerreros para defender su territorio.
Allí en ese paraíso vivía una mujer de una
belleza muy singular con una mirada transparente como el cielo, pero fría como
un témpano de hielo, a la cual todos solían
admirar por las cualidades físicas que el dios sol, el río, el
viento, habían depositado en ella, sin
embargo algún momento todos los miembros de la comunidad la repudiaron con
todas las fuerzas que los dioses había
puesto en su corazón de guerreros, creían que ella es la causante de la furia
de la naturaleza, de terribles inundaciones, y luego de las sequias que dejaron
a la comunidad en una hambruna insoportable y a sus habitantes en medio del
dolor y de la enfermedad,
No existía en este mundo
una razón por la que su corazón se doblegara y se enterneciera, tenía un
corazón duro como la roca del rio, jamás lloraba su nombre era Omatuki Drago,
la mujer que llevaba en su rostro la
belleza de todos los tesoros escondidos de la selva y el corazón de una roca,
Omatuki un día miraba el
corazón de una madre y de una abuela destrozados por que su hijo moría presa de
una enfermedad que le había proporcionado un espíritu malo que cruzaba la selva
y ella conocedora del lugar en donde podía encontrar la yerba que le podía entregar la cura y con ella la paz en al
corazón de su madre y de su abuela, no hizo nada, ni siquiera se inmutó ante
aquel dolor perverso;
Entonces la anaconda de
la selva que era la más vieja y la más sabia,
la que tenía en sus manos el poder del universo echó una maldición a Omatuki que se
encontraba nadando plácidamente y mostrando la indiferencia y apatía de su alma, sin inmutarse ante dolor alguno haciendo gala de su arrogancia y altivez ante el río, le maldijo y le predijo que nunca conocería el
placer del amor y menos la dicha de ser madre y le transformó en un árbol; que en honor
a Omatuki Drago, se lo llamó “la sangre de drago”
Árbol que sangra por la
herida abierta, cuyas lágrimas frías se dice son las lágrimas que nunca derramo
la que nunca lloró, Omatuki Drago. En donde se posan mariposas y pájaros de mil colores para admirar su belleza.
El árbol de la sangre de
Omatuki drago, es una medicina ancestral que cura todas las heridas corporales, con su sangre, así como, como los dolores del pecho, y
aumenta el poder de los conjuros de
protección, y pociones de amor, para alejar y atraer personas y para mejorar la
potencia sexual de los guerreros de la tribu Porque proviene de la belleza que le concedió
equivocadamente la selva a una diosa
auca así como el corazón de una roca, y que la anaconda atrapó con su magia el
alma de esta ingrata mujer el aquel árbol para bien de su gente..
Asoreth .Becsi
Asoreth .Becsi
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